La terapia Biomagnética no tiene efectos secundarios, es un método accesible para cualquier persona y tiene muy bajo costo en comparación a la medicina convencional. Esta terapia también puede utilizarse simultáneamente con tratamientos alopáticos tradicionales.
El Par Biomagnético es también un procedimiento preventivo de la salud porque puede detectar, diagnosticar, y corregir oportunamente, incluso antes de que ocurra la manifestación clínica.
Este sistema detecta las distorsiones del pH del organismo para saber las patologías. El pH del organismo está diseñado para gravitar en un sistema casi neutro y los campos magnéticos de mediana intensidad permiten detectar dónde se está distorsionando el pH.
El biomagnetismo ejerce un efecto de corrección sobre todas las distorsiones energéticas que se alberguen en un organismo enfermo, cualquiera que sea su origen.
En la práctica, esta terapia demuestra que aplicando imanes de determinada fuerza y polaridad en puntos específicos del cuerpo, se consigue exterminar en tiempo breve, virus, bacterias, hongos o parásitos, que son causa de la mayoría de las enfermedades graves del hombre.
Ante el hecho de que ningún enfermo es igual a otro, el éxito de la terapia biomagnética depende de diferentes factores, tales como: la edad, estado nutricional, carga tóxica, tiempo de evolución de la enfermedad, remedios recibidos previamente, lesiones que ya están instauradas en su cuerpo, entre otras.
Como energizante, este tipo de terapia descubrió que el polo positivo (+) activa, impulsa y fortalece los procesos biológicos del organismo, es dinamizador, vitalizante y proporciona energía. Por lo tanto, está especialmente indicado en casos de debilidades y desgarros musculares, fracturas de huesos y ligamentos, esguinces, rehabilitación, cicatrización de heridas, entre otros.
El polo negativo (-) del imán es analgésico, antinflamatorio, relajante y detiene los procesos nocivos para el organismo y, está principalmente indicado para calmar o suprimir el dolor.
Esta terapia es solución para enfermedades de todo tipo como:
- Dolores e inflamaciones articulares y musculares.
- Lumbalgia, ciática, hernias discales
- Enfermedades comunes como la gastritis y helicobacter pylori
- Todo tipo de problemas digestivos, estreñimientos, colitis.
- Diabetes, fibromialgia, alergias, hipertensión, problemas circulatorios, parkinson entre otros.
- Ansiedad, depresión, estrés.